El otro día fui a comprar al supermercado con mi hermano. Cuando ya iba a salir vi estos cereales, entonces le dije a mi hermano: ¿Los compramos? El me dijo que sí. Cuando por la tarde a las cinco de la tarde decidí abrirlos comprobé que estos cereales no eran como ponían en el cartón. Me di cuenta que la imagen del cartón era para hacer publicidad y para que la gente los compre. No siempre hay que dejarse engañar por esta publicidad. Yo creo que no se tendrían que hacer tantos engaños solo para ganar dinero. La próxima vez no los comprare y espero que la gente se de cuenta de que es un engaño.
Me alegro, Javier, que hayas llegado a esa conclusión, no todo es mentira en la publicidad, pero se debe ser crítico con casi todo.
ResponderEliminar